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Bueno, pues ya lo hemos conseguido: ¡Ya hay más plumas que indios!

Si eramos pocos -con la crisis- ya somos multitud. La cantidad de nuevos consultores que han aparecido debido a la situación económica y despidos generalizados, es inmensa. Buenos profesionales en su mayoría, no ven otra salida laboral que proveer servicios de consultoría por su cuenta. Qué le vamos a hacer, es ley de vida laboral y todos tenemos derecho a un puesto de trabajo por cuenta ajena o propia. Eso no quita que pronto tengamos un mercado en ciernes más cerca del trueque que de los servicios, yo te ayudo a ti en el plan de ventas, tú me diseñas un folleto o me organizas eventos. ¿Cuál sería el precio de intercambio? Pues hay vías en el mercado que aportan soluciones, en cualquier caso siempre está el precio del mercado. Dentro de muy poco vamos a ser más consultores que Clientes. Van a haber más plumas que cabezas de indios que adornar.

Se ven verdaderas virguerías curriculares, transformaciones mágicas de las carreras profesionales: un master de tres meses en un centro de formación postgrado de cualquier universidad ya nos vale para llenar el apartado de «estudios universitarios», quien es perito dice ser ingeniero sin más matices, el consultor reciente dice que lleva trabajando catorce años sin aclarar que los trece primeros fueron de administrativo en el departamento financiero, los que escribiendo de sí mismos comentan que son un «reputado experto» o aquellos que se vanaglorian de pertenecer a rankings («Este año he sido elegido como uno de los mejores speakers nacionales») profesionales en los que tienen que pagar por aparecer y si no se te ocurre ninguna floritura que añadir a tu CV siempre puedes decir que eres coach. Lo único que están consiguiendo es confundir al mercado, tirar los precios por los suelos y destruir un mercado -el de la consultoría- que es clave para salir de la situación actual. ¡Necesitamos una meritocracia ya!

Yo entiendo la situación, pero eso no justifica tanta inexactitud en los documentos comerciales y webs, la verdad siempre se abre mejor camino.

La desestructuración del mercado laboral es un grave problema, puesto que lo que las empresas españolas necesitaban era mayor dimensión para poder competir y contener a mejores profesionales tanto internos como externos. Si tomamos el camino contrario, será un verdadero desastre en el que se mezclaran expertos con neófitos con dificultad para diferenciarlos excepto por los resultados.

Los Clientes deben distinguir perfectamente los propuestas correctas de los plateamientos samurais que estén fuera de toda lógica de mercado y de las buenas prácticas y no deben aceptarlos. Cuanto más se desespera la gente más promesas exageradas o falsas hacen.

Va a tener razón Santiago Niño Becerra cuando decía -recientemente- que esta crisis no es demanda, es de sobreoferta. La que se generó con la burbuja y que ahora no encuentra mercado, pero que perjudica a los que estábamos trabajando desde hace tiempo, al competir con políticas del tipo «perro del hortelano».

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5 comentarios en “Bueno, pues ya lo hemos conseguido: ¡Ya hay más plumas que indios!”

  1. Muy interesante tú artículo! Además me has hecho reír. Gracias. Pero cuanta razón tienes. En mi caso llevo más de diez años dedicada a las ventas. Además de mi carrera, me formé específicamente en ventas, y también cuento con mis habilidades, desarrolladas (unas) y adquiridas (otras) a lo largo de mi carrera profesional.
    Y sencillamente «alucino» cuando oigo hablar o leo a algunos usando ciertos palabros inventados, eso sí, que suenan bien, y que lo que describen es lo que otros llevamos haciendo toda la vida y bien.

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    1. Judit, ya se sabe que «a río revuelto…». También es cierto que el mercado pone a cada uno en su sitio, lo que pasa es que por el camino distraen y enredan las operaciones. Los excesos curriculares son fruto de la época de las burbujas. Nunca el tango «Cambalache» ha estado más vigente que en este momento del S. XXI.
      Gracias por tu comentario y un saludo,
      Rafael

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