Se habla mucho de la comunicación comercial mediante la telefonía móvil. Es la forma más precisa de comunicación al target seleccionado. El problema es que como me llamen mucho o me envíen publicidad al móvil voy a acabar tirándolo o denunciando a los emisores de esa comunicación molesta. Es la parte del modelo que falla, es una comunicación muy directa para estar practicándola continuamente. Google y otras corporaciones con múltiples capacidades (financieras, tecnológicas, de número de clientes, de diversidad en los productos que proveen, etc.) están pensando en fabricar teléfonos móviles y regalarlos a cambio de admitir cierta cuota de publicidad y/o comunicación en general.
Desde luego, es otro modelo de negocio que habría que analizar, pero es un intercambio de valor: yo te admito publicidad y tu me das un teléfono que puedo usar gratis o casi. Pasa lo mismo con los periódicos on line. Cuando los abres te presentan una página de publicidad, cada vez que cambias de sección te presentan más publicidad, banners, marketing de afiliación, etcétera. Es normal, si no quieres pagar por los contenidos algo tienes que dar a cambio.
En esta cultura de lo gratis debemos conceder algún valor si no estaría carente de sentido y sería un modelo de negocio perverso para el que lo ejecuta. Tenemos imágenes y fotografías casi gratis, pero muy pocos pagan. Dropbox te da una cantidad de Gigas gratis, pero lo que quiere es vender espacio de disco en la Nube, pero todavía no hay muchos que los contratan, sobre todo si pensamos en el número de usuarios que tienen a nivel mundial.
En realidad no hay nada gratis, hay un precio muy bajo a cambio de una multitud de Clientes, para el éxito de este modelo deberíamos tener fácil y seguro el pago automático y on line de ciertos servicios (para que no nos pase como a WhatsApp).
El mundo gratis facilita la creación de nuevos negocios con poca estructura, pero todavía no se ha conseguido el arranque general del modelo.
En España han habido iniciativas de pago o recompensa de algún tipo por ver (que no atender) publicidad. El modelo se basaba en conseguir puntos por ver publicidad, puntos que te permitían conseguir productos, entradas de cines, etcétera. El resultado fue un inicio fulgurante y un final de concurso (de acreedores). El modelo estaba cojo de entrada, la gente se tragaba la publicidad, pero no compraba nada. Siempre hay listos que creen inventar la pólvora.
Reblogueó esto en Katbyan, blog profesional Salvador Arauzoy comentado:
Todo gratis es imposible. Si todos queremos cobrar por los servicios que prestamos, no se puede comprender que querramos recibirlos sin pagarlos…
Me gustaMe gusta