Adaptabilidad, Agilidad, Alto Rendimiento, Canales de distribución, Cloud Computing, Colaboración empresarial, Dirección, Dirección Comercial, Emprendedores, Empresa Abierta, Estrategia comercial, Funnel, Gestión de procesos, Gestión del Talento, Gobernanza, Innovación, Liderazgo, Logro de objetivos comerciales, Logro de objetivos empresariales, Marketing, Objetivos, Planificación, Productividad comercial, Satisfacción del Cliente, Sistemas de distribución, Sociedad, Storytelling, Valor añadido

Alrededor de todas las manadas hay dos lobos solitarios: para dinamizar a los equipos

Las manadas de lobos incorporan a dos satélites que complementan de forma clave la vida de la manada. Tienen intervenciones importantes en algunos aspectos y participan en el conjunto, pero fuera de la dinámica cotidiana de la manada.

Cuando se forman los equipos de trabajo, se suele evitar que entren los lobos solitarios, parece lógico, su estilo no casa en los equipos y crean tensión y -fundamentalmente- no se integran. Por eso se les suele dejar fuera o que vayan a la suya en el mejor de los casos. Incluso a los equipos bien fraguados, con perfiles de alto rendimiento, de caracteres compatibles y que funcionan y se soportan como tal, les falta un par de lobos solitarios para avanzar adecuadamente. Son como francotiradores que van haciendo avanzar al resto de componentes o les protegen las espaldas. Además, por su forma de ser afianzan la estructura del grupo, aunque sea por el propio rechazo a los solitarios, lo que también es bueno. Podríamos llamarles ojeadores, sherpas, adelantados que van proponiendo la incomodidad que el equipo lima en su acción diaria. No serán nunca amigos, pero se necesitan mutuamente.

Su aportación se basa en -precisamente- romper la dinámica del grupo, en hacerles pensar fuera del tiesto, en cambios radicales frente a la mejora continua. En una nueva área que el equipo ocupará y organizará.

Los miembros más visionarios de los equipos saben que estos elementos son necesarios, aunque sean poco disciplinados, quieran un horario especial, no compartan la información y parezca que jueguen con el contrario. Simplemente, es su forma especial de ser y de afrontar la realidad.

En los equipos comerciales se les distingue rápidamente: venden operaciones más grandes, su funnel es caótico pero efectivo a final de año, hacen el horario que les de la gana y no quieren mucha supervisión. No hay que olvidar que pueden tener problemas con los clientes, pero siempre tendrán la puerta abierta porque ellos la abrieron. Desde luego, no sirven para granjeros puesto que son cazadores. He conocido un buen número de ellos y eran animadores claros de las reuniones de grupo y cuando empezaban a hablar el resto de miembros del equipo sabían que comenzaba el show. Son así, «divas» que -con frecuencia- hay que soportar, aunque este perfil se ha ido suavizando con los años y ahora son divas más comedidas.

Los equipos muy estables, aunque sean productivos acaban por estancarse,requieren de elementos externos que los dinamice, al igual que aquellos armadores japoneses que introducían tiburones en los tanques de atún vivo de sus barcos, lo que perdían en cantidad lo recuraban con creces en calidad y precio.

 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s