Yo no creo en la casualidad, todo tiene su porqué y su causa. Otra cosa es que podamos manejar los efectos que nos gustarían. Siguiendo la doctrina darwiniana, a igualdad de condiciones dos especies diferentes pueden recorrer la misma ruta de la adaptabilidad y fuera del ámbito animal irracional, cuando dos investigadores llegan a las mismas conclusiones en dos partes del mundo diferente y sin plagio es que se han «adaptado» de la misma forma a un problema o dificultad del entorno existente.
La aparición de Blockchain no ha sido casualidad, alguien alentó a un grupo de tecnólogos a desarrollar esta tecnología informática, aunque luego lo utilizarán para dar soporte a una criptomoneda.
Para la comunicación entre sistemas informáticos se determinó una estructura en varias capas que la hiciera posible y segura. Wikipedia nos lo explica en detalle:
«El modelo de interconexión de sistemas abiertos (ISO/IEC 7498-1), más conocido como “modelo OSI”, (en inglés, Open System Interconnection) es un modelo de referencia para los protocolos de la red de arquitectura en capas, creado en el año 1980 por la Organización Internacional de Normalización (ISO, International Organization for Standardization). Se ha publicado desde 1983 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y, desde 1984, la Organización Internacional de Normalización (ISO) también lo publicó con estándar. Su desarrollo comenzó en 1977.»
Este modelo nos ayuda definir y establecer lo que hace falta para la comunicación, cada capa nos aporta un nivel necesario para la comunicación entre sistemas. En el caso de Internet también se puede aplicar este modelo, pero en esa «vida por Internet» que algunos predicen requiere una capa más, una que aporta valor y que probablemente se le superpongan más capas de valor. Blockchain es un cuaderno de bitácora que puede validar, asegurar la veracidad y guardar lo que ha pasado realmente en la Red y eso es un paso definitivo para su consolidación definitiva, pero también cambia muchos de los procesos que hemos venido utilizando o sufriendo a lo largo de muchos años, a veces cientos de ellos.
La ciencia, la propiedad intelectual, la cadena de suministro, la bolsa, el comercio, la relación con los gobiernos, la relación con los proveedores de agua, gas y energía eléctrica, cualquier acción -en definitiva- que se requiera que quede constancia de su existencia, la fecha de realización, los intervinientes y los términos exactos e inalterables de la transacción. Sin olvidar que los contratos inteligentes pueden gestionar el cumplimiento de los términos de acuerdo o contrato y aplicar sus penalizaciones en caso de incumplimiento. Una gran automatización realmente, el paso anunciado que ahora comienza a ser posible.
La visión actual de la tecnología y su implantación nos da un horizonte de 5 a 10 años para su generalización, pero hoy mismo hay un montón de iniciativas que irán estableciendo la ruta y demandando avances colaterales.