Aquel torero que triunfó tras muchos años de alternativa y de enfrentarse con las ganaderías más duras y que los taurinos explican su logro porque «no se llegó a aburrir», aquella actriz que triunfa con papeles de persona mayor de una forma que no consiguió con papeles de joven, aquel futbolista que llega a la selección después de estar jugando en primera división 10 años… Todos ellos tienen un punto en común; la persistencia. Esa moda actual del «lo quiero aquí y ahora o lo dejo» no va a funcionar, en ningún momento de la historia ha funcionado, lo que no quiere decir que una serie de privilegiados por su calidad innata o por que estaban en el lugar adecuado y en momento idóneo, triunfen rápidamente. A la inmensa mayoría nos cuesta más y es necesario un buen número de intentos para llegar a sintetizar la claves que nos harán triunfar.
¡Vamos, que nos cansamos de las tareas enseguida! Si a los tres meses no tenemos clientes en u producto nuevo, queremos abandonar, que si en un territorio nos cuesta vender no queremos visitarlo más, que si la implantación de un sistema CRM nos cuesta porque los empleados no quieren usarlo abandonamos el intento y, eso es la causa del fracaso.
Esa analogía gráfica en la que un minero está muy cerca del oro, pero que harto de años de ser piquero -sin éxito- abandona la veta, es lo que le lleva a no encontrar el preciado metal. Le falto confianza y persistencia, la mayoría del éxito es para los que no se cansan, pera los que pasan malas tardes pensando por qué comentaron el proyecto, pero al día siguiente vuelven al tajo.
En el Marketing Digital, Marketing 2.0 o como se le quiera llamar, la clave es la persistencia. Hay que hacerlo bien, está claro, pero no hay que abandonar hay que seguir hasta conseguir el logro. Iremos descubriendo errores que ya no cometeremos, los competidores nos irán dando pistas, tendremos unos primeros éxitos que nos impulsarán hacia adelante y nos confirmarán los supuestos sirviendonos de patrones de la acción, lo que nunca hay que hacer es abandonar el intento.
Los que quieren hacer webinars pero si no tienen 150 asistentes lo dejan, los que no consiguen leads por las redes sociales y no tienen la paciencia de que los contactos le perciban como experto, los que quieren hacer un cliente con tres visitas a esa empresa, es que nada es tan fácil hay que persistir en el intento y podremos darnos cuenta cómo cada vez lo hacemos mejor. Hay que dejar que nuestra curva de aprendizaje y la de de los clientes despliegue su distribución y lleguen los éxitos. Para los que no crean en esta fuerza, les deseo mucha suerte, la necesitarán porque Pavoritis o Messis hay muy pocos. Junto a la persistencia, la mejora continua hará el resto.
Quien termina insistiendo triunfa, decia mi abuelo, calro que tambien habria que ver a que aplica . Sin duda vale en el ambito profesional si uno pone pasion por lo que hace , no hay mejor trabajo que hacer lo que uno le gusta .
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Cierto! La probabilidad de éxito -a la larga- es alto, pero en caso de no conseguirse siempre queda la satisfacción de haberlo intentado. Saludos
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