Es como un tipping point mental, un punto de ensilladura que supone un claro despegue, un despertar que nos hacer ver claro lo que estaba oculto hasta ese momento. Les ha pasado a muchos empresarios y de uno de ellos -con una gran empresa familiar de alimentación- escuché que cuando comenzó a trabajar en los temas de innovación lo hizo por sus beneficios fiscales, pero que cuando se percató de sus grandes ventajas ya no ha parado de invertir en innovación de todo tipo, hasta llegar a darle la vuelta a la empresa que va viento en popa y recorriendo su camino sin escuchar los cantos de sirena de las grandes cadenas de distribución. Siempre hay un disparador que nos hace entrar en un nuevo nivel, a veces por convicción y en la mayoría mayoría de las ocasiones porque no tenemos más remedio si queremos seguir operando. No importa la causa, lo importante es entrar en el nuevo juego con toda la carne en el asador.
Muchas técnicas, sistemas, modelos, metodologías, etcétera, están disponibles desde hace tiempo y, sin embargo, pensamos que no son para nosotros que eso es para las multinacionales o las grandes empresas nacionales y alguna mediana de cierto sector. De este modo renunciamos a ello y seguimos haciendo lo de siempre y tan tranquilos. estos tiempos son de cambios radicales y la primera cosa que tendríamos que tener claro es que nada va a ser igual que era en diez años más.
Las empresas -pymes- que han aplicado un cambio importante les ha costado un tiempo y un dinero, pero la inmensa mayoría lo han logrado, bien es cierto que han tenido que insertar a algún elemento que lo moviera de forma interna.
Podríamos hacer una lista de temas de los que estamos seguros que se van a necesitar para competir en pocos años y preguntar el porqué no se está trabajando en ellos aunque fuera en forma de una primera toma de contacto. Por ejemplo, si está claro que el comercio electrónico va a ser una necesidad competitiva de todas las empresas, sin importar sector, tamaño, si es b2b o b2c, actividad industrial o comercial, etcétera, ¿por qué no se está experimentando o -al menos- viendo cómo comenzar a ver la ruta lógica de entrada? La cuestión es, ¿qué tiene que pasar para que hagamos ese ejercicio? ¿Qué click debe hacer nuestra mente para situarse en una vía de futuro y abandonar la vía muerta? Las respuestas, deben emitirse particularmente. Yo también lo he hecho.
No podemos negar que en otros países son más dados a estar a la última, o, mejor dicho y para desgracia nuestra, la última la crean ellos.