En las pequeñas poblaciones todavía pasa. Cuando los clientes tienen una necesidad acuden al proveedor del pueblo o -en su caso- elige entre unos pocos proveedores. Muchos despachos profesionales recuerdan cuando el timbre de la puerta era un sonido habitual y diario, ahora ya no, al contrario. Actualmente hay demasiados proveedores tanto de productos como de servicios y eso no va en beneficio de nadie, ni para los clientes ni para los proveedores.
Se requieren concentraciones en todos los sectores. no se pueden mantener a tantos profesionales autónomos o tras sociedades, debemos crear uniones de algún tipo, aunque sean marcas paraguas que dan cobertura a profesionales individuales, aunque el minifundio en la agricultura ha dejado herencia en los servicios. La búsqueda de la libertad castiga la productividad y la eficiencia en la generación de negocio. Eso evitaría que hubieran miles de creadores de contenidos repitiendo los mismos mensajes y creando un problema de atención de los potenciales clientes.
Por otra parte, las nuevas empresas deberían asegurarse mejor financiación y no pensar que todo lo que consiguen es para los sueldos de los emprendedores -cosa que entiendo, pero no comparto-, ya que es conocida su falta de gastos en asesores debido a su pretendida capacidad de aprender lo que sea, olvidando que la experiencia no está en los libros. Sin contar a esos mentores de emprendimiento que nunca han montando nada y que también se han leído los mismo cuatro libros.
Los clientes también tienen que dejar de aprovecharse de la multitud de proveedores y dejar de entretenerlos intentando conseguir conocimiento gratuito. Hay muchos leads que se quedan en el espacio que hay hasta convertirse en oportunidad (y eso confunde a muchos comerciales neófitos). Muchas empresas consumiendo información gratuita sin ninguna intención de comprar o comprarte a ti. La forma de evitar esto es cobrar por la información. Es una recomendación de peso que ahorra tiempo y distracciones.
Estamos en una época de cambios en el mercado. Están desapareciendo una forma de comercialización y está apareciendo otra. Para no quedarse fuera de juego, estamos solapando varios modelos para generar negocio como sea, pero los sistemas blended tampoco acaban de funcionar y los clientes que se generan por los modelos 2.0 adolecen de cierta inconsistencia iniciando operaciones que dejan nada más te das la vuelta, en realidad, sólo querían información y, tal vez más adelante vuelvan a la carga.
La crisis del ladrillo, la pandemia, la guerra de Ucrania y la inflación, están creando un continuo de convulsión que está modelando al mercado y, apenas lo piensas, te das cuenta que también hacemos lo mismo cuando los proveedores actuamos como clientes.
Algo está cambiando radicalmente en el mercado, pero que cambie ya…